Santiago, 10 de Diciembre. El evento contó con la participación del Subsecretario de Minería Iván Cheuquelaf, de Iván Valenzuela de Cesco, de la gerente general de Altonorte Beatrice Pierre, de los consultores de CRU Erik Heimlich y Ben Jones, y de los senadores Juan Pablo Letelier y Alejandro García Huidobro.
Para Alejandra Wood, Directora Ejecutiva de Cesco, abordar el tema de las fundiciones en Chile “no es nostalgia, se trata del futuro de nuestra minería”. “Nos planteamos la gran hipótesis de que una nueva fundición y refinería es posible y es necesaria”, explicó por su parte, Iván Valenzuela. Creemos que el negocio de fundición es desafiante sin duda, puede ser rentable y es una palanca clave para una minería sostenible y de futuro”.
La propuesta de Cesco, precisó Valenzuela, apunta a avanzar en la agregación de valor al mineral, siendo el reto cómo generar mayor valor por unidad de cobre producido.
Valenzuela, dio cuenta del trabajo realizado y señaló que estamos en una coyuntura inédita para re impulsar la inversión de nueva capacidad de fundición puesto que, por una parte, el país dispone de una matriz de energía limpia y de la ventaja de poder instalar una fundición cerca de los yacimientos y de los puertos de embarque; y, por otra, las mayores exigencias de trazabilidad para las materias primas y regulaciones ambientales podrían obligar al cierre de algunos planteles y castigar seriamente algunos concentrados nacionales.
La instalación de una fundición de última generación, permitiría un 99% de captura de S02, un 71% de menores emisiones de gases de efecto de invernadero por transporte a China, y sería un gran aporte tecnológico, al tratar minerales complejos y elementos valiosos; además de contribuir a mejorar la imagen de la minería, factor crítico para disponer de la licencia social, y evitar que Chile sea empujado por el mercado a un “punto sin retorno” en la cadena de valor del cobre.
Temas críticos
Sin embargo, para seguir adelante hay que enfrentar algunos temas críticos de larga data. Entre ellos, señaló Valenzuela, “la mentalidad extendida en Chile que sólo los productos primarios son rentables, lo que es un concepto estático de valor”.
El Senador Juan Pablo Letelier, coincidió con esa visión: “hay que cambiar la cultura minera determinante en el país: que no hay que salir de los concentrados” y “dejar de pensar que Codelco es el culpable de todo y es todo lo que se puede hacer en minería”.
Erik Heinrich, analista del CRU, llamó a mirar el negocio de fundición con ojos distintos de la minería: los factores de éxito son muy diferentes y el aporte de valor de una fundición no se agota en los cargos de tratamiento sino que se deben incorporar el negocio del ácido sulfúrico, la producción de metales preciosos y otros elementos de valor, además de la limpieza de concentrados con arsénico que es prácticamente una nueva línea de negocio.
En el seminario se planteó la necesidad de tener una visión estratégica de país que no necesariamente va a coincidir con la perspectiva de las empresas. “Chile tiene que armar un caso de negocio”, sostuvo el analista del CRU, Ben Jones. Y de ese modo el país puede capturar los beneficios que está trayendo las mayores exigencias asociadas al cambio climático, con la obligación de bajar emisiones, disminuir los fletes y aumentar la trazabilidad del cobre. Para Jones, una fundición limpia es posible si se piensa a largo plazo y es una idea atractiva y ventajosa tanto para inversionistas como para clientes. “Es muy difícil certificar el cobre en toda su cadena de valor, pero Chile, por su seriedad, puede hacerlo”, añadió Jones.
Cesco anunció que el trabajo sobre una propuesta de fundiciones continuará con la formación de mesas técnicas que seguirán profundizando en la iniciativa.
